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Campo de Saint-Cyprien

En febrero de 1939 los primeros internos --refugiados e inmigrantes procedentes de España - fueron trasladados a este campo de la costa mediterránea, cerca de la frontera española. En septiembre de ese año fueron internados allí miles de alemanes y austríacos que habían estado viviendo en Francia, y en mayo de 1940, cuando Alemania invadió Bélgica, los refugiados e inmigrantes que habían buscado asilo en Bélgica también fueron enviados al campo.

Los internos se vieron alojados en barracas temporarias rodeadas, por un costado, por alambradas electrificadas, mientras que por el otro lindaban con el mar. Las barracas tenían techos de hierro corrugado, carecían de electricidad y de muebles, y los internos sólo contaban con camastros de paja. Se congelaban en invierno y se asfixiaban en verano. Los dibujos de los artistas representan a los internos semi desnudos. Los alimentos eran escasos y los utensilios que utilizaban para comer eran latas de sardinas y pedazos de madera. La falta de facilidades sanitarias adecuadas y de espacio suficiente aumentaron la incidencia de las enfermedades.

En octubre de 1940, una fuerte tormenta que se desató sobre la costa destruyó la mayor parte de los edificios del campo, y los internos fueron trasladados a otros campos, especialmente a Gurs.[1]

(Dra. Pnina Rosenberg)


  1. Claude Laharie. Le camp de Gurs 1939-1945, un aspect méconnu de ';historie de Vichy. J. & D., Infocompo, Pau, 1993 (reimpresión de la primera edición de 1948), pp.66-67,173-175